Alergias alimentarias

Estaba en un restaurante de comida mexicano almorzando después de haber estado de turista caminando todo el día. Parecía que era una tarde tranquila, hasta que un grupo de seis jóvenes se sentaron en la mesa contigua a mía.
No tenían más de 20 años y parecían igualmente cansadas y hambrientas que yo. Pidieron sus platos, y yo, omití un detalle fundamental que transformaría esa noche: cada preparación venía con un ají pequeño junto a cada plato que le daba color y sin duda emoción a la velada.

En segundos, una de ellas tuvo una reacción alérgica que paralizó al restaurante completo. Mientras las amigas llamaban a la ambulancia, la chica en cuestión comenzó a ponerse roja, mostrando claras dificultades para respirar, ya que sus vías respiratorias se hincharon al punto de casi cerrarse, y manchas rojas aparecieron rápidamente en su pecho. La perplejidad del resto de los comensales, así como de los empleados del restaurante, demostró que hay muy poca información sobre las reacciones alérgicas, y de las posibles medidas para enfrentarlas. Afortunadamente, la situación fue manejada con éxito, y lo que pudo haberte
terminado en una tragedia por un shock anafiláctico -que fue lo que la niña sufrió-, fue solo una mala anécdota para un viernes por la noche.

Sin embargo, las alergias alimenticias ocurren en adultos y niños con frecuencia. Las reacciones alérgicas son definidas por la comunidad científica como hipersensibilidades ante la exposición al alérgeno (la sustancia que provoca la alergia). En este caso, el sistema inmunitario responde secretando anticuerpos dependiendo de la de severidad de la hipersensibilidad de cada caso, la que se pueden ir agravando dependiendo de la exposición.
En el caso de la joven del restaurante, su hipersensibilidad al ají hizo que las células de su cuerpo se pusieran en “modo defensa” en minutos. Tal como lo explica la Sociedad de pediatría argentina, las alergias causadas por alimentos han aumentado la “prevalencia exponencialmente en países occidentales. Es la primera causa de anafilaxia en la infancia.”
Comité Nacional de Alergia. Alergia alimentaria en pediatría: recomendaciones para su diagnóstico y tratamiento. Arch Argent Pediatr 2018;116 Supl 1:S1-S19.

En el caso de los lactantes, las alergias más comunes están ligadas a la leche, el huevo y cereales. Por otro lado, en la primera infancia, las alergias con mayor frecuencia son las que están vinculadas a la leche de vaca, el huevo, maní, almendras, avellanas, soya, trigo, pescados y mariscos.

Tal como lo explica la revista de Medicina de la Clínica Las Condes, aunque hay indicios de que ciertos alimentos producen más alergia que otros, lo que cambia de un país a otro es cuánto se come. Por ejemplo, mientras que en China el consumo de maní es frecuente, y los índices de alergia a este producto son bajos, en Estados Unidos, como consumo es más espaciado, las tasas de reacción son muchísimo más altas, ya que la frecuencia del consumo es bajo comparado con China.

“Es conocido que la frecuencia con que diversos alimentos inducen alergia varía de un país a otro; el fenómeno depende de la frecuencia de consumo de ese alimento. No es que el alimento sea más o menos alergénico en uno u otro lugar, sino que cuando la exposición de la población aumenta, la probabilidad de gatillar la reacción alérgica en las personas susceptibles aumenta”.

Para los médicos, es difícil poder diagnosticar efectivamente cuando existe una reacción alérgica y cuando no, ya que la preocupación de los padres y las interpretaciones sobre los síntomas que desarrollan los infantes durante la exposición a los alergénicos es muy distinta. Es por esto que existen protocolos y test que pueden establecer una metodología clara para diagnosticar las alergias y establecer protocolos claros de acción y prevención para los padres.

“La historia clínica detallada y el examen físico son cruciales para pesquisar elementos que guíen y sugieran que tipo de reacción es (rápida/lenta), y qué alimentos son los responsables; sin embargo, por si solo, ningún elemento clínico asegura el diagnóstico. La medición de IgE aclara si se trata de alergia mediada por esta vía, pero por sí sola tampoco hace diagnóstico.”

Alergia alimentaria en la infancia | Revista Médica Clínica Las Condes (elsevier.es)

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